lunes, 2 de septiembre de 2013

A MI AMOR ASTERIO EN EL DÍA DE SU CUMPLEAÑOS


Tuvo que ser el mar,
el testigo impecable
luciendo en sus espumas el color de la gala.
Yo no esperaba a nadie
tu paseabas los días sin otra pretensión
de no rimar presente con pasado
y de repente todo,
una acumulación de iniciativas
dispuso que las flores serian para siempre nuestro eco.

Nos entramos en punto,
en un rincón del año (Huidobro) 2009
en un café cualquiera con titulo gallego,
bastó una sola mano para pulsar el rumbo
y condenar por siempre la costumbre de estar sin compañía.
Esos ojos azules donde me miré tanto
agitaron sonrojos a mis años cincuenta,
esa voz necesaria para dibujar mundos
para escuchar sin rima todos tus soniquetes.

Eres tú, esa parte sencilla de la vida
que todo el mundo añora,
un obsequio sin precio
me presentó la vida
cuando muchos me suponían enterrada.
Contigo inicié la vida desde cero
estabas situado a la otra orilla del dolor,
ya he borrado los días que carecían de ti
aquellos que sangraba por todos los alientos. 

He borrado las puertas
para abrirte por siempre
verbos quietos y adjetivos corpóreos,
habitas mi proscenio
en una obra exclusiva no apta para el público.
Me rebosan las gaviotas de tu cielo
y hacen piruetas los gorriones celosos,
contigo se suceden los colores
y me paso la noche contando los te quieros.

Avanza el mundo mientras yo
vivo al azar de tus manos
que son un cielo fecundo
donde todo se suma
en un valle inmenso de inagotable primavera.

Es inminente el beso y la verdad de tus flores
y a pesar de mis años me siento adolescente
eres una continuidad de la ternura
una aurora perpetua
que siempre me ubica en el centro del equilibrio
Te pertenece todo
eres mi pan de cada día
contigo yo he trabado un idilio de fuego
ese costado tan mio donde acoplo mi espalda
tendida en tu desnudo
procedo a seducirte
y la luna se cela
en esa alcoba nuestra de ansia cristalina
donde tú y yo somos la sinalefa de la noche.

A ti entrego mi vida por todas las razones y todos los porqués.