lunes, 8 de agosto de 2016

Reseña de mi poemario por Beto Martín

Una pequeña reseña sobre el poemario "Geometría de la Luz", escrito por la poeta Rocío Redondo , y presentado durante un paseo fluvial a bordo del barco "Leyenda del Pisuerga", en la ciudad de Valladolid:
Antes de comenzar a analizar los caracteres comunes que definen el estilo o voz poética de la autora, un paso difícil fue el de elegir el modo de análisis de los poemas. La poesía contemporánea en pocas ocasiones se presta a un análisis puramente formal de la estructura que pueda esclarecer efectos estéticos y su implicación en la comprensión del propio poema. Sin embargo, una frase muy bien traída por la autora aquella tarde de Junio, me ayudó lo suficiente. Ella caracterizó el objeto de su arte de la siguiente manera: "el poema como metáfora del existir trascendido". Es decir, el poema como presencia y como testigo, como el elemento material que se presenta ante nosotros como camino, y a su vez el ítem, el hito que nos guía hacia lo que la poeta nos quiere expresar. El poema mismo no sólo es luz, sino que también linterna. Es mediante esta linterna como tenemos permitido observar los objetos, que a modo de símbolos, pueblan todo el rico espacio poético de la autora. Un espacio donde se recoge su individualidad, íntimo, como ella nos lo confesó: "[una] intimidad que nos daría pudor enseñar", ese fue el valor que todos atribuimos a su poesía. Recomendaría por ello la lectura de este poemario atendiendo a los símbolos recurrentes que se emplean para construir el tema, y que encuentro oscilándose y complementándose dentro de los campos semánticos de "Luz": no sólo luz como maternidad, como inicio del tiempo de la existencia, sino también como amor, como sentido; imágenes poéticas, como la sugerente, [luz como] "órbita cerrada" que remite a esa atmósfera maternal que invade todo el poemario; o asociaciones como iluminación/afirmación del amor.
Esta es una reseña improvisada que me ha gustado hacer debido a que estoy estudiando temas de crítica literaria. Lo hago como ejercicio, seguro que con más calma y sobretodo si lo hubiese hecho la misma tarde en que llegué a casa del paseo en barco hubiese sacado muchísimas cosas más.

Beto Martín, muchas gracias.
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